A la hora de elaborar el plan de marketing de nuestra página web, los objetivos son una pieza clave en la que debemos enfocar toda nuestra atención. Se trata de las metas a conseguir a corto, medio y largo plazo, y en lo que basaremos las estrategias que pondremos en marcha durante el camino. No obstante, en ocasiones creamos objetivos a gran alcance que pueden resultar difíciles de visualizar y conseguir, pues engloban muchas pequeñas tareas para llevarlos a cabo. Es aquí donde entran en juego los microobjetivos.
Descubre en qué consisten los microobjetivos y qué beneficios pueden aportar a tu marca a continuación. Con ellos, el proceso de consecución de los objetivos generales será mucho más sencillo y llevadero. ¡Toma buena nota de ellos y ponte manos a la obra!
¿Qué son los objetivos del plan de marketing?
Los objetivos de todo plan de marketing definen las metas a las que se quiere llegar mediante la creación y gestión de una página web. Algunos de los objetivos más frecuentes van en la línea de dar a conocer la marca y/o empresa, fidelizar clientes, aumentar las ventas y obtener ciertos beneficios. Estos objetivos cambian en función de muchos factores importantes, por lo que deben ser definidos teniendo en cuenta múltiples factores.
Los objetivos suponen puntos clave en el plan de marketing. Permiten trazar líneas de acción hasta conseguirlos. Su consecución nos ofrece un feedback muy importante acerca de la gestión que ha recibido la marca y/o página web, así como la necesidad de realizar cambios que puedan mejorarla.
¿Qué son los microobjetivos?
Los microobjetivos son el resultado del desglose de los objetivos en pequeñas tareas, que nos permitan obtener un camino segmentado y sencillo hacia el objetivo final. Imaginándonos el objetivo final a lo alto de una escalera la cual debemos subir para poder realizarlo, los microobjetivos serían los peldaños que nos facilitan la subida. Cada peldaño supondría una tarea a realizar, siendo posible su avance sólo cuando ésta esté superada.
Beneficios de los microobjetivos
Los microobjetivos poseen muchos beneficios. A continuación te contamos tan solo algunos de ellos. ¡La lista es mucho más larga!
Facilitan la puesta en marcha de los objetivos generales
En muchas ocasiones, elaboramos objetivos tan generales y austeros que cuesta visualizarlos y empezar a trabajar en ellos.
Los microobjetivos, al tratarse de tareas más concretas y sencillas, facilitan su puesta en práctica y, por tanto, nos impulsan a empezar a trabajar en ellos. Establecen una organización de tareas que ordena su procedimiento, lo cual permite iniciar el trabajo de manera mucho más fácil y sencilla.
Permiten gestionar varios objetivos a la vez
Ocupándonos de pequeñas tareas o pequeños microobjetivos podemos estar trabajando en diferentes objetivos o metas de manera simultánea, en función de la urgencia y la relevancia que posean. Además, este trabajo se hará más llevadero, teniendo en cuenta el orden que establecen estas pequeñas tareas desglosadas.
En ciertos momentos, puede ser rentable trabajar en dos metas a la vez, sobre todo si éstas se complementan entre si.
Permite visualizar el trabajo realizado
Ir cumpliendo microobjetivos nos permite visualizar el trabajo realizado y ser conscientes del avance que vamos obteniendo. Para conseguir unos mejores resultados en este aspecto, es útil crear listas de microobjetivos que podamos ir marcando una vez los vayamos realizando.
Esto, sin duda, nos impulsa a seguir trabajando en la obtención de los objetivos finales, de manera más sencilla, fácil y amena.
Evitan la procrastinación
El arte de procrastinar (dejar para otro momento lo que podemos hacer ahora) es muy compartido por muchas personas, sobre todo cuando los objetivos que necesitamos alcanzar son muy generales y a largo plazo.
Los microobjetivos, al tratarse de tareas concretas y fáciles a realizar, nos incitan a la acción. Esto es incompatible con la procrastinación, por lo que impulsan a su realización sin dejarlo para otro momento.
¿Cómo trabajar con microobjetivos?
Como hemos visto, los microobjetivos facilitan el trabajo, por lo que resultan muy útiles a la hora de ponerse manos a la obra con éxito.
Si queremos trabajar con microobjetivos, los siguientes pasos nos pueden resultar de gran ayuda.
1-Elaborar los objetivos del plan de marketing
Los microobjetivos son segmentaciones de los objetivos, por lo que primero deberemos establecer los objetivos del plan de marketing. Solo así podremos establecer pequeños microobjetivos que nos permitan alcanzarnos.
Los objetivos deben ser alcanzables, poder segmentarse en ideas concretas, y sus resultados deben ser medibles en todo momento.
2-Parte los objetivos en microobjetivos
Una vez tengamos creados los objetivos, estableceremos los microobjetivos. Estos son pequeños pasos a realizar que nos conducen a cumplir con los objetivos. Se trata, por tanto, de trazar el camino y conseguir llegar hasta la meta de manera escalonada.
Establecer líneas del tiempo, y poner en ella los microobjetivos, puede ayudarte a llevarlos a cabo en el tiempo establecido. Eso sí, deberás trabajar en tiempos adecuados, reales y fáciles.
Crear una lista de microobjetivos y objetivos desglosados e ir marcando aquellos ya realizados puede ayudarte a visualizar tu trabajo y el avance de tu camino, poniendo especial relevancia a tu esfuerzo y consecución.
Llevar a cabo la creación y la gestión de la página web de tu marca no es tarea fácil. Si necesitas confiar en los mejores, en Anexeo te ofrecemos un servicio de calidad con presupuestos adaptados a tu medida. Contacta con nosotros hoy mismo y empecemos a trabajar juntos para poder convertir tu página web en un site exitoso que te otorgue los beneficios esperados.