El día de hoy queremos centrarnos en analizar un concepto que resulta ser el corazón de cualquier empresa de éxito, la ventaja competitiva.
¿Se trata de un superpoder empresarial? En cierta manera, podría decirse que sí, ya que en su forma más simple, la ventaja frente a tus competidores es aquello que te distingue del resto. Es decir, lo que hace que tu marca sea especial en tu sector.
De hecho, en la economía actual, donde las empresas luchan cada vez con más fuerza y distintos recursos por captar la atención del consumidor, tener una ventaja competitiva es necesaria para poder sobrevivir.
No obstante, ten en cuenta que no se trata de ser el más grande, ni tampoco el más barato. Se trata de ser diferente, de ser único, de ofrecer algo que nadie más puede ofrecer.
Incluso si ofrecemos lo mismo que otros vendedores o profesionales, deberías buscar la innovación para distinguirte del resto de negocios de tu mismo sector.
En este artículo, vamos a analizar este concepto desde diferentes puntos de vista, entrando en los detalles y la complejidad inherente de la ventaja competitiva. Con ello, esperamos que tengas una comprensión más profunda de lo que significa este término y de cómo puede ayudarte en tu estrategia de marketing.
¿Qué es una ventaja competitiva?
La ventaja competitiva, en términos sencillos, es esa característica única que diferencia a tu negocio del resto. Dicha característica, puede ser un producto, un servicio o incluso la cultura corporativa que tiene tu marca y que los demás simplemente no pueden replicar.
Para entenderlo mejor, hay que ponerse en el punto de vista de los consumidores. Siempre que compramos algo, estudiamos las diferentes opciones que hay disponibles para ello. Del mismo modo, en todas estas ocasiones hay algún aspecto destacable que nos hace decantarnos por la compra en uno u otro lugar, incluso cuando el producto que se vende es el mismo y al mismo precio.
Por tanto, una ventaja competitiva se puede producir de muchas formas. Podría ser un producto innovador, pero también un servicio al cliente excepcional, un precio más bajo, la ubicación de tu negocio, o simplemente despertar la simpatía de los potenciales clientes.
La verdad es que tanto conseguir como mantener una ventaja competitiva requiere de esfuerzo y compromiso. Pero si lo haces bien, la recompensa será increíble. Puedes consolidar tu posición en el mercado, fidelizar a tus clientes y crear una identidad de marca única.
¿Cuáles son las ventajas competitivas de una empresa?
Todas las empresas y negocios deben tener algo distintivo, algo que le permita destacar del resto. De hecho, si crees que tu negocio no tiene nada de especial, probablemente es porque no pensaste bien tu proyecto empresarial. Pero la realidad es que de no existir, las ventajas competitivas se pueden crear.
Para ello, es importante identificar en que aspectos podrías empezar a destacar y desarrollarlos. Las características más comunes y repetidas que suelen aportar alguna ventaja en el mercado son las siguientes:
- Costes: Ser capaz de producir un producto a un coste menor que el resto de competidores. Una ventaja de coste debe ser sostenible en el tiempo, ya que de otro modo puede incluso resultar perjudicial para la empresa.
- Calidad: Ofrecer un producto con mejores características que los de la competencia. El objetivo de esta estrategia es generar un reconocimiento de la marca a partir de una mejor calidad, convirtiendo su nombre en garantía de la misma.
- Servicios: Conseguir una ventaja competitiva gracias a la prestación de mejores servicios al cliente y/o incorporando servicios personalizados que permitan a la empresa personalizar los productos y ofrecer una experiencia única al usuario.
- Innovación: Ser la primera en introducir productos y servicios innovadores al mercado, lo cual requiere un importante esfuerzo de I+D para detectar y/o anticipar las necesidades de dicho mercado.
- Eficacia: Ser capaz de mejorar radicalmente el proceso productivo, basado en el uso y optimización de las nuevas tecnologías. De esta forma, se pueden reducir los costes de producción mejorando la calidad del resultado.
- Condiciones comerciales: Ser capaz de ofrecer precios competitivos, además de añadir promociones y ofertas exclusivas a los productos y servicios.
¿Cómo se mide la ventaja competitiva de una empresa?
La idea de la ventaja competitiva está arraigada en la premisa de que una empresa es mejor que sus competidores si logra desarrollar una estrategia distintiva que le permita alcanzar el éxito.
Sin embargo, para poder cualificar este concepto, es importante entender cómo se mide. De hecho, hay una serie de métricas que se pueden utilizar para evaluar el grado en que una empresa es mejor que sus competidores.
Estas métricas son esenciales para determinar el éxito de cualquier estrategia. Entre ellas, se incluyen el crecimiento del beneficio, el margen de ganancia, el ratio de clientes actuales y la satisfacción de los clientes y también de los empleados.
Además, este tipo de análisis se puede aplicar a cualquier sector e industria y es una práctica común entre las grandes empresas, ya que les permite saber dónde están ubicados exactamente en el mercado y cuáles son las fortalezas y debilidades de su estrategia para captar clientes.
No obstante, existen otros indicadores importantes que se pueden utilizar para medir la ventaja competitiva de una empresa, entre los que se incluyen:
- El índice de penetración de mercado.
- El índice de visibilidad.
- El índice de satisfacción del cliente.
- El índice de innovación.
- El índice de retención de los clientes.
Dichos índices ofrecen a las empresas una evaluación precisa de su posición actual en el mercado a través de los datos y la información disponibles.
¿Cómo saber si una empresa tiene alguna ventaja competitiva?
Llegados a este punto, seguro que has entendido que si una empresa desea destacar y ser rentable en la competida economía actual, debe tener algunos elementos clave que le puedan aportar alguna ventaja competitiva. Algunas de las maneras generales de determinar si una empresa tiene una ventaja competitiva serían las siguientes:
Examinar la estructura de costos de una empresa. Si el costo de producción de la empresa es considerablemente menor que el de los competidores, esto proporciona una ventaja competitiva. De la misma forma, una empresa que pueda obtener materias primas y recursos a un precio ligeramente más bajo que el promedio también tendrá una ventaja a la hora de producir bienes.
Un producto óptimo en comparación con sus competidores. Lo que significa que una empresa debe ser capaz de fabricar un producto que ofrezca más beneficios a sus clientes, ya sea en términos de calidad, innovación o recursos, que los que ofrezcan sus competidores.
Una buena cartera de clientes. Si una empresa tiene una gran clientela y la mayoría de ellos siguen siendo fieles durante un largo período, la empresa debe tener una buena ventaja competitiva, ya que esto es una clara indicación de que la empresa ha sido capaz de generar y mantener el interés de las personas.
Revisar el nivel de innovación y tecnología de la empresa. Si una empresa es capaz de mantener un nivel de innovación y tecnología igual o superior al de sus competidores, es muy probable que disponga de una importante ventaja en su nicho de mercado.
¿Qué medios digitales utilizar para tomar ventaja a tu competencia?
Comencemos con la pieza central de tu presencia en línea, el desarrollo de tu página web. Es decir, tu oficina virtual. Su diseño y estructura deben reflejar la personalidad de tu marca, a la vez de destacar por la facilidad de navegación.
Por otra parte, las redes sociales son plataformas imprescindibles para llegar a tu público objetivo. No obstante, no se trata solo de crear anuncios, sino de interactuar con los usuarios y crear contenido de valor.
En definitiva, usar los medios digitales para destacar en tu sector de mercado puede parecer un gran reto, pero no tienes que hacerlo solo. En Anexeo cuentas con la ayuda de profesionales experimentados que ayudarán a potenciar tu negocio. Contacta con nosotros para obtener más información.